¿Le prestamos la atención suficiente a la alimentación los jugadores de pádel?

Tener éxito en el deporte se basa en tres principios fundamentales; un buen entrenamiento, una buena alimentación y descansar lo suficiente.

Los alimentos ricos en carbohidratos complejos, como son los cereales, la pasta, el pan integral y las patatas, nos proporcionan el combustible necesario para llevar a cabo una actividad física. Los días previos a un partido/torneo no deben faltar en nuestra alimentación, así como en las horas previas al encuentro.

Después de jugar debemos tomar alimentos ricos en glucógeno, también conocidos como carbohidratos simples, como son las frutas, la mermelada o la miel. También podemos tomarlos junto con el grupo anterior de alimentos (carbohidratos complejos) en la comida previa al partido.

No podemos olvidarnos de las proteínas, ya que en los deportistas tienen una función muy importante; regenerar los tejidos. El consumo de las proteínas es recomendable hacerlo tras un entrenamiento o después de un partido. Las podemos encontrar en la carne, el pescado, el huevo, los lácteos y aunque en menor cantida también en los vegetales (legumbres, soja,…)

Consumir una cantidad pequeña de grasas es necesario para el organismo del deportista, siempre evitando las grasas saturadas que podemos encontrar en la bollería, ciertas carnes, fritos, etc.

Cada persona y cada frecuencia de juego, no es lo mismo quien entrena o juega a diario que quien lo práctica con menor asiduidad, necesita unos distintos aportes energéticos. Para asegurarnos de estar llevando una alimentación que nos aporte un buen rendimiento en la pista, debemos tener en cuenta estas proporciones estándares: alrededor de un 60% diario debe de estar basado en hidratos de carbono, mayoritariamente complejos, un 15% de proteínas, evitando carnes grasas y un 25% de grasas, aceite de oliva, frutos secos, pescado azul.